miércoles, 17 de marzo de 2010

Temporada de Conciertos

Estamos en esa época del año en la que el invierno da sus últimos coletazos (crucemos los dedos) y la primavera asoma la cabeza entre las nubes, aunque en mi caso también podría referirme a ella como esa época en la que me despierto y mi falta de actividades me hacen preguntarme cada mañana por qué me levanto, que esto haciendo con mi vida y demás preguntas existenciales que no tienen respuesta.

Así que, como después de mi visita a Praga, estaba un poco asustada con la salud de mi hígado, decidí que había llegado la hora de culturizarme un poco: ¡basta ya de beber cerveza! (me dije a mi misma ingenuamente). Ha llegado la hora de visitar museos.

Y fuí al Alte Pinakotek

Y el resto del tiempo pues... una cosa llevó a la otra y volví a caer en lo de siempre: salir a cenar, ir al starkbierfest e ir a conciertos (con las cantidades de cerveza que eso implica). Aunque para que mentir, los conciertos también son cultura, y además una cultura en la que está permitido el consumo de alcohol entre otras muchas drogas... :S.

Ya había estado en dos este año (The Dodos y Passion Pit), pero es que esta última semana se me han acumulado y he ido a dos, que es como una especie de sobredosis musical (¡yuhu!).

El jueves pasado fuimos nada mas y nada menos que a Yeasayer, el concierto estuvo muy bien, aunque la estrella de la noche fué el cantante de los teloneros: una especie de Amish que acababa de salir de la comunidad y se había dado a la cocaina (esa es mi teoría y la mantendré hasta el final). Lo peor fueron los alemanes... sosos como ellos solos, la música (y las cervezas que llevábamos en el cuerpo) nos pedían bailar, pero es un poco triste si nadie te sigue...

El otro concierto es mucho más exótico (atención al nombre), Kakkmaddafakka. Soy Fan. Es un grupo noruego, al que no conocía de nada, pero que nuestra amiga de conciertos noruega (yo es que solo la veo en conciertos...) nos recomendó y... ¿Por qué no? Así que allá que fuimos con nuestra panda de noruegos.

Al final resultó ser el concierto más divertido de todos, a pesar de que las canciones tampoco eran nada especiales, eran super pegadizas y ellos no hacían mas que saltar y bailar en el escenario, además tenían unos coristas que no tenían desperdicio (jajajaja, es que me parto solo de acordarme).

Como el concierto fué en el Atomic Cafe, y era un martes, no hubo demasiadas personas, las justas y necesarias diría yo (aunque yo, y creo que alguno más, se habría prestado voluntario para matar al trio hetero-gay que no hacía mas que darse el lote justo delante del grupo... grrrr). Como era martes todo el mundo se fue al acabar el concierto, pero como nosotros estamos de vacaciones, acabamos bailando prácticamente solos en medio de la pista (es que nos lo estábamos pasando genial). Además íbamos con noruegos así que los del grupo, que también andaban por ahí bebiendo cerveza, se nos unieron y terminaron bailando y cantando las canciones que pinchaba el dj con nosotros. Luego en la calle, nos los encontramos dentro de su furgoneta y nos saludaron, y esa misma noche escribieron en su página de Facebook que en el concierto de Múnich habían conocido a gente muy maja (jijiji, ¡somos nosotros!, ¡somos nosotros!).

Desde que en el concierto de Passion Pit, nos encontramos antes del concierto al grupo tomando unas cervezas en el mismo bar que nosotros, nos achantamos y no dijimos nada, estabamos esperando resarcirnos. Fué una venganza a lo grande.

Aquí os dejo un video.



viernes, 5 de marzo de 2010

Estudiando Jardinería



... su forma en los detalles de una estética de sí mismo a partir de [cabeza], que en términos de la ecología humana, el yo libre y activa la realización de sus usuarios a la cima Criterio hace.

Google translate sobre el Olympiapark de Munich

Ha quedado claro , ¿no?

jueves, 4 de marzo de 2010

Berlín y las ciudades de merengue y caramelo

¡Por fín tengo las fotos de nuestra tourné por centroeuropa! Y ¿por qué hago una entrada cuando la mitad de las fotos las ha colgado Carlos en Facebook? Porque estoy estudiando jardinería... Aún no se como estoy aprobando asignautras...

En fín, Berlín nunca decepciona, es como las playlists siempre arriba. Además nos alojamos en casa de Kathi, que vive en la mejor casa del mundo y todos la odiamos por ello (creo que después de esto, no voy a ser capaz de volver a mi caja de cerillas madrileña).

Aaahhh, me hubiera quedado allí para siempre. Levantarse sin prisa, desayuno copioso y relajado con la radio de fondo mientras te dedicabas a beber tu café y leer el periódico con la nieve y el sol por la ventana. Luego sales y vas a ver una exposición, o un museo, luego comes el kebab más grande del mundo y haces sobremesa; vuelves a casa y te haces un té, y te sientas en el sillón a charlar con los amigos... ¡Eso era vida! Pero claro, sin trabajar se vive mejor en todas partes...

Durante esos cuatro días, he de admitir, que odié un poquito Munich... ¡No quería volverme! Aunque cuando lo hice, me bebí una weissbier al sol y me volví a reconciliar con ella, la verdad es que Munich es un pueblo grande. ¡Berlín es Berlín! Que pena que solo puedas irte de erasmus allí si eres hijo de... :(











Tras los relajantes y estimulantes días berlineses nos trasladamos hasta la República Checa, para pasar unos turísticos y borrachos días praguenses. Si en Berlín nos dimos a la relajación y la cultura, en Praga nos dimos a la fiesta y a la bebida (gracias a nuestra querida amiga la absenta, que no da resaca, puedimos hacer las dos cosas)

Praga es nuestra primera ciudad de merengue y caramelo: rosas, verdes, cremas y amarillos pastelosos cubrían las fachadas de todos los edificios que competían por ver cual de ellos tenía mas volutas en la fachada. Sí, era una especie de París, pero cambiando el dorado por colores pastel, las avenidas por callejuelas y los suburbios de emigrantes por suburbios comunistas.

Y no solo por eso Praga es la París del este, sino también porque al igual que su colega del oeste es capaz de adoptar y/o copiar como suyo propio, absolutamente cualquier cosa que pase en algún momento por terreno checo. Aquí teneis una pequeña lista de cosas típicas de Praga: el goulash (ejem, creo que es de todas partes), las matrioskas (ejem, rusas), las absenta (suiza), puente con candados (Roma), los gorros rusos, un plato típico que se parecía demasiado a los spätzel y miles de cosas y de personajes más que no recuerdo bien (creo recordar que Chopin también era de Praga... :S). Seguro que Chema puede ayudar en esto.



Pero hay que admitir que hay una cosa (o muchas), que París nunca tendrá: ¡a Carlos! Cuidado nenas, ¡hay otro hombre con tierras en la ciudad!





Y ahora, después de perder una hora, me pongo a estudiar los maravillosos jardines ingleses :(

(Fotos por Chema)