viernes, 27 de noviembre de 2009

Mercedes vs Porsche

El miércoles pasado nos llevaron de excursión a Stuttgart (otra vez los de IBT, es que solo viajo con ellos, si no, yo no viajo, ¡he dicho!), para ver... básicamente Museos de coches. Ibamos a visitar la Deutscher Werkbund, que era lo que en principio no sinteresaba más, pero se nos hizo tarde y la vimos de noche y mal.

A mi los coches no me interesan absolutamente nada, es más, a no ser que sean coches antiguos, ni siquiera tengo capacidad para saaber si uno es más o menos bonito que otro. Para mí todos los coches son iguales. A pesar de eso (como se nota que estamos en Alemania), desde que llegué ya he visitado tres museos de coches: BMW (que está al lado de mi casa, y cuyo símbolo es lo único que veo antes de dormir), Porsche y Mercedes.

El primero que visitamos fue el museo de Porsche... bueno, juzgad vosotros mismos. La guía intentaba vendernos el proyecto (porque sabía que éramos estudiantes de arquitectura), así que lo primero que nos preguntó fué que nos parecía el edificio a primera vista. Tras unos quince segundos de un tenso silencio y miradas de trágame tierra, alguien rompió el hielo y entonces surgieron comentarios tan alagadores como es blanco o está muy limpio... a lo cual siguió otra mirada de trágame tierra, esta vez por parte de la guía.



La mujer ponía todo su empeño explicándonos cuales eran los conceptos del proyecto, la idea que tenían los arquitectos (unos vieneses que nadie conocía, aunque ella hablaba de ellos como si fuesen hiper famosos), pero todo aquello sonaba al típico rollo que sueltas cuando quieres justificar algo que has hecho por que sí, tipo: la zona del sótano es la zona de las raices y del nacimiento de las cosas, el fondo es la zona de la experiencia y bla bla bla... Tal vez para los turistas que van a ver el museo suene convincente, pero cada vez que nos decía una de esas frases venía seguida de una risa interior por parte de cada uno de nosotros.





Luego dentro... bueno, nos habló de los materiales, de como se distribuía la exposición y de porqué el techo iba cambiando del altura: eso también tenía una explicación, pero digamos que algunas veces resultaba un poco contrario a lo que se suponía que debía ser; por ejemplo: la entrada, que es donde se concentraba la gente para el guardarropa, la cafetería, la entrada al museo... tenía una altura de techo mínima y una escala minúscula en planta, lo que hacía que fuese agobiante y que prácticamente los pocos que estábamos allí no cupiesemos.

Lo positivo del edificio era el recorrido, la verdad es que ibas cambiando de posición en el interior y cuando querías darte cuenta, el techo estaba muchísmo más bajo, y es que habías ido haciendo una espiral y ni te habías dado cuenta. Estaría muy bien, si no lo hubiesen estropeado al final del todo haciéndote bajar unas escaleras.

Tampoco nos dijeron demasiado del edificio en si, nos hablaron de algunos coches, cosa que a la mayoría de nosotros no nos interesaba demasiado...

Después de comer nos fuimos a la competencia: el museo de Mercedes, de UNStudio (por fín, un estudio famoso de verdad).



Cuando llegamos... pues lo típico, por el exterior tampoco tenía demasiada fe en el (sobre todo después de mis impresiones sobre los dos museos de coches que había visto antes), pero cuando entré me encontré con esto... Hay que ver lo que nos gusta el hormigón.



No se si fue porque el guía de Mercedes era mucho mejor que la de Porsche (se notaba que sabía de lo que hablaba y nos decía los pros y los contras del edificio), porque el tour de Mercedes solo nos hablaron sobre el edificio y no sobre los coches (solo cuando era necesario) o por que, pero el edificio me gustó muchísimo. Nos explicaron desde el concepto inicial del edificio (mucho más convincente que el del museo anterior) hasta porqué los muebles del interior eran como eran.

La verdad es que el edificio también tenía momentos pedantes, como que los ascensores no se llamen ascensores, sino máquinas del tiempo, y ciertos momentos WTF en la exposición, como un caballo disecado como el primer coche de la historia. A pesar de esto, los ascensores eran super molones y el caballo.. bueno, era un poco raro, pero cuando te lo explicaban, venía a cuento.

Todo el edificio se basaba en hélices dobles, para que hubiese dos tipos de trayectos: uno cronológico y otro temático, que además estaba llevado al extremo (las escaleras de emergencia también seguían el mismo concepto). Estaba todo bastante bien resuelto, lo único malo de esto es que era demasiado caótico, y nunca sabías muy bien en qué lugar del museo te encontrabas. De hecho, eran conscientes de ello y tuvieron que poner unas guías con números que aún así resultaban no muy claros. De todas formas, nosotros no hicimos el tour, así que no sabría decir...



Además estos dos edificios se realizaron de manera completamente diferente: el museo de Porsche se calculó absolutamente todo en el estudio y cuando lo construyeron estaba todo detallado el milímetro, mientras que el de Mercedes, el 70% se realizó conforme la obra avanzaba. Es curioso, aunque todo esto es una opinión personal...

I left my homework in the launderette

Estoy constipada (ya se que esto no es nada especial y desde luego nada glamouroso si lo comparas con la gripe A de Inés), pero eso implica el quedarme en casa hasta que se me pase (al menos) el dolor de cabeza y de garganta... porque no quiero que volver a transformarme en Manolo el camionero, ¿le habeis conocido alguna vez? Y todo por culpa del autobusero bipolar que nos llevó a Stuttgart el miércoles, que tan pronto te ponía el aire acondicionado y estabas a 10 grados como te ponía la calefacción hasta los 40.

Y yo que ayer tenía tantas ganas de salir, me tuve que quedar reposando en casa, y menos mal que lo hice, porque he pasado una noche horrible. Ayer estaba igual de mal, pero tuve que ir a a universidad y quedar para hacer absolutamente todos los trabajos que tengo entre manos ultimamente...:S. Casi me da algo, llegué a casa medio moribunda...

El caso es que el quedarme enferma en casa sería una excusa perfecta para hacer de ama de casa y realizar todos los queaceres diarios (concentrados en un día) y leerme el libro para nuestra presentación de IBT, sobre un tal Heinz Isler: ingerniero suizo que se dedicó a hacer cupulas de hormigón y de plástico y que debe ser la versión centroeuropea de Félix Candela. Todo un plan... ¡y lo que yo quiero es irme de compras!

Así que mi día transcurre en un bucle, espero que con un final próximo, que se resumiría en algo como Caldo-Lavadora-Té-Heinz Isler-Caramelo-Caldo-Lavadora-Té... mientras escucho a Belle & Sebastian. Ahora mismo, estoy en la fase de mientras-me-acabo-el-caramelo-se-me-enfría-el-té, todo aderezado como no, por una buena dosis de kleenex. Y ahora me tengo que ir, que me espera la lavadora... ;P



PD.¡Ojalá mi sala de lavadoras fuese tán divertida!

viernes, 20 de noviembre de 2009

Noches locas... de proyectos

Por fín se acabaron los proyectos estúpidos que no sirven para nada y hemos empezado al fin nuestro proyectito de viviendas comunales en donde todo el mundo va en culos y fuma maría.

Después de nuestro primer (y esperemos que último) gran fracaso en nuestras exposiciones de proyectos, decidimos hacer exactamente lo que hacían los alemanes: que ellos hacían una maqueta, nosotras también; que compraban un tipo específico de cartón, nosotras también; que hacían el pino puente mientras bebían zumo de manzana, pues también lo hubiesemos intentado...

Desde que nos encerramos en la sala de trabajo, nuestra mayor aspiración era entender como pensaban las extrañas cabezas germanas y tras mucho observar, la conclusión a la que hemos llegado es que los alemanes no piensan, los alemanes PRODUCEN. Son unas máquinas de producción perfectas, con esas horribles maquetas a todo detalle... grrr, les odio. Cómo lo hacen aún se nos escapa, deben llevarlo en los genes.

Mesas con maquetas (aún no en su apogeo)

Para el martes teníamos que hacer la maqueta más grande del mundo, a escala 1:10 (que a mi me llegaba hasta el hombro) para la cual nosotras tardamos dos días más o menos, pero ellos no, ellos llegaron la tarde del lunes y a las 12 de la noche ya estaban haciendo las fotografías. De hecho, todas las mesas están siempre llenas de maquetas a miles de escalas, mientras que las nuestras son las unicas que están llenas de mierdecilla de protomaquetas que nunca llegaron a ser...

Nuestra mesa, la única que tiene croquis, con una trozos de maqueta que nunca llegó a ser nada

Eso sí, a pesar de la perfección de sus maquetas (persianas, sofas, sillas y personas sentadas en ellas incluidas), se nota que no piensan... Y es que el estudio está lleno de casas de abuela. Son cubitos de una, como mucho dos plantas (porque a pesar de trabajar en maqueta no parece que piensen mucho en 3D), llenas de habitacioncitas horribles... Teresa (la otra española con la que estoy haciendo el proyecto) y yo, alucinamos con lo feos que son algunos de los proyectos, ¡hasta hay uno simétrico!

Los proyectos de nuestra clase se pueden clasificar en tres tipos:

- Tipo 1: el patio de mi casa es particular. Es decir, casas de abuela con patio en medio incluido y alrededor habitaciones metidas a presión para que quepan en una forma rectangular elegida al azar.
- Tipo 2: Container style. Y digo style, porque no llegan a apilar containers, se han quedado en un paso anterior (creo que no les llegó la moda container) así que apilan cajitas una sobre otra. A lo mejor si apilamos container les parece de lo más rompedor...
-Tipo 3: el nuestro. Qué con sus espacios comunes y jardines interiores de doble altura no se parecía en nada a los demás (y a pesar de que nosotras mismas admitimos que no era nada bueno y que en Madrid sería un proyecto de lo más normalito, es el mejor y el más flipado de la clase)... Bueno, misteriosamente el único proyecto que sí se parecía, era el de nuestros vecinos a los que pillamos cotilleando nuestros croquis antes de hacer su proyecto y que ya antes nos habían robado la mesa. ¿Casualidad? Yo diría que no...


Por otro lado creemos que los alemanes empiezan a aceptarnos un poco: el otro día uno de nuestros vecinos nos miró con una mirada neutra, que es un avance desde la cara de asco, y el otro nos miró con lo que parecía una medio sonrisa, con lo cual ya nos cae bien. Somos muy fáciles de contentar... Luego está nuestro amigo, que no sabemos como se llama y digo amigo entre comillas porque es una forma de ver nuestra relación realmente optimista: es un chico que estuvo de erasmus en la escuela y habla un poco de español, así que de los alemanes de nuestro estudio es el que más nos ha hablado y con hablar me refiero dos preguntas: ¿Teneis pegamento? y ¿Queda cartón en la tienda? Pero cuando nos le cruzamos nos mira y nos sonríe así que es el que mejor nos cae.

Luego están las chicas... Si las tuviese que describir en una palabra sería malas, son malas. Sobre todo la de la coleta, no se como se llama ni me importa, pero cada vez que presentamos algo va a verlo y se empieza a reir mientras nos mira y cuchichea cn su amiga... En realidad me da penilla, porque se ríe de nuestro proyecto, pero de todas las casas de abuela, la suya era de las más feas.

El resto de los erasmus de otras carreras están empezando a temer a los estudiantes de arquitectura alemanes, porque absolutamente todos los erasmus de arquitectura hablamos fatal de ellos... Debe ser cosa de la carrera, y no de la ciudad en sí, porque todos los demás erasmus tienen algún amigo alemán en sus clases.


Al final, les encantó nuestra idea (el proyecto no mucho claro, que era un proyecto de 15 días), porque según dijeron literalmente, se notaba que habíamos pensado en la atmósfera de la vivienda (cosa que los alemanes, como he dicho antes, no hacen), así que ahora somos nosotras las que miramos a la de la coleta con cara de superioridad y los asistentes ya no nos tratan como si fuesemos retrasadas mentales.

Bueno, y ya se que esto no viene mucho a cuento, pero ¡tenía que colgar esta foto! El otro día, me dí una vuelta por las mesas, para ver las maquetas de la gente y escondido en un rincón me encontré... ¡Las Sushi Maquetas! ¡Y además de salmón! Jujuju, me hizo tanta ilusión que le tuve que sacar una foto...

martes, 10 de noviembre de 2009

This is not Another Welcome Party (... it's a Soave Party)

El viernes pasado, Julia y yo decidimos hacer una fiesta de... bueno en realidad de nada, simplemente la hicimos porque nos apetecía, y porque nuestro vino de confianza (Soave, obviamente) está muy bueno y es muy barato. Oficialmente (es decir, en el evento de Facebook - porque todo el mundo sabe que si no está en Facebook no es de verdad) las razones principales eran estas tres:

- para celebrar nuestra amistad y presentar nuestro piso en sociedad
- para hacer una fiesta de intercambio alemanes - erasmus de todas partes del mundo (o casi todas).
- y por último, pero no por ello menos importante, como celebración en honor al vino italiano barato.


No se a vosotros pero a mi me parecen tres razones de lo más convincentes para ser una fiesta porque sí. Porque en el fondo era una fiesta porque yo lo valgo y como bien claro lo deja su nombre: NO ES OTRA FIESTA DE BIENVENIDA.

En realidad tuve que llamarla Ths is not another Welcome Party para que la gente entrara a ver el evento... Por que llevamos desde septiembre a base de fiestas de bienvenida y ya estabamos un poco hasta las narices: Welcome Party TUM, Welcome Party LMU, Welcome Party ESG LMU, Startparty, Fiesta de comienzo del semestre, Fiesta de arquitectura... Así llega un momento que ni miras las fiestas porque después de dos meses has ido como a quince fiestas de bienvenida por motivos de lo más variopintos y con siglas de lo más confusas.

La verdad, es nuestro evento en Facebook no tuvo muchas respuestas, nos respondieron afirmativamente unas 12 personas y unas 6 dijeron que no sabían, así que estuvimos durante una semana haciéndonos a la idea de que iba a ser un desastre, intentando no pensar que no teníamos amigos y repitiendo constantemente frases como: bueno... en realidad yo prefiero una fiesta pequeña o sí, las fiestas cuanta menos gente mejor que así es más fácil moverse después.

Madrileños por el mundo

Aún así, (porque en el fondo aún guardabamos cierta esperanza) calculamos bebida para unas 20 personas... ¡y nos quedams cortas! El caso es que al final, el mismo día de la fiesta, la gente empezó a llamar diciendo que venía ¡y con más gente! El caso es que como habíamos avisado a la gente de que trajese algo de beber, se lo tomaron muy en serio y al final había bebida a raudales... Hasta e nos acabaron unieron los vecinos de enfrente, a los que no conocíamos y que por supuesto trajeron como a cuatro invitados más y una caja entera de cervezas (ya me he enterado de cual es el número del telebotellón alemán, juju).

Nuestra nevera (antes de que llegase la gente) solo tenía
media balda con comida, una botella de leche y un huevo :S

Y así acabó todo el mundo... Nosotras compramos unas 12 botellas de vino, una botella de ginebra, y unos tres litros de cerveza (solo por si alguien quería porque... era una soave party), y la gente como mínimo traía unos tres litros de cerveza por cabeza,o varias botellas de vino, o también alguna que otra botella de vodka (jaja ¡¡¡nos trajeron una botella de absolute con una funda de cuero y pinchos!!!) ... multiplicado por 30 invitados, podeis hacer la cuenta... A mi solo me hace falta echar un ojo y ver la cantidad ingente de bolsas llenas de botellas que se amontonan en mi cocina :S.

Arturo y Antonio a tras un filtro de cristal y alcohol (en todos los sentidos)

A pesar de sonadas ausencias (porque justo ese fn de semana había un viaje a Dresden y el viaje de la cátedra de Fink a Berlín, por lo que muchos de mis amigos no pudieron venir) la fiesta fué un éxito; una de esas fiestas en las que te levantas al día siguiente y sigues tan feliz como te acostaste la noche anterior y el dolor de cabeza te viene como a eso de las cuatro de la tarde...

Gente desconocida en mi habitación (creo que eran los vecinos y sus acompañantes,
porque solo conozco a uno de los que salen)


Marie y Jonathan (el del fondo creo que se llamaba Sandro...)

El caso es que ahora las masas (al menos a las masas alemanas que son los que han hecho más hincapié en el tema) nos piden más, y nosotras como grandes organizadora de fiestas que somos ya tenemos pensado el tema para la próxima: ¡Cocktail Party/Cocktail Dresses!

PD. Por favor, no deis al zoom que se verá lo realmente borrosas que están las fotos... Fuí cinapaz de sacar una decentemente :S.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Survey Project II



No se si debería subir esto, pero en el fondo... se me quedó tan mono que estoy de lo más orgullosa de él.

Este es el collage que entregué el martes pasado, ese que no quería dibujar y que al final hice en cinco horas la noche antes (las dos españolas nos cubrimos de gloria aquel día)... Se suponía que podía ser cualquier cosa (unos croquis, una maqueta, unos dibujos a mano alzada...), algo que mostrase la diferencia entre el ámbito privado y el público, pero esto no era lo que querían.

Es una modernez tan grande que en Madrid hubiese triunfado, ¡hasta tenía una explicación lógica! Aunque la verdad es que como dejé la entrega para el último momento, ese momento en el que ya es imposible postponer nada por más tiempo, no tenía infraestructura para hacer nada más que este refrito de fotografías (si os fijais bien, hay hasta una escena de Bienvenido Mr. Marshall, que le da el toque moderno pero español).

La próxima vez haré la maqueta de una puerta... Eso sí, hasta con los detalles del pomo, que si no no les mola... Nunca conseguiré entender que se aprende haciendo la maqueta de un trozo de escalera (barandilla de abuela con todo lujo de detalles incluidos y en madera - también les encanta la madera) cuando la explicación que viene con ella es que casi todas las barandillas eran diferentes, pero los escalones siempre eran iguales... En fin, que no le veo mucho interés, a no ser que quieras ser maquetista profesional, porque la reflexión detrás de esas maquetas a todo detalle no era demasiado profunda, pero parece ser que era eso lo que querían.

No es que crea que pensar en los detalles esté mal, al contrario, yo soy la persona que puede estar dos días pensando en cual es el mejor lugar para la bañera o si una habitación debe tener medio metro más o medio metro menos... Pero estos alemanes me dejan a la altura del betún, y llegan a límites insospechados, lo que unido a su pasión por la maquetas llega a ser algo enfermizo y muy muy absurdo. El otro día en el estudio de Horden vimos la maqueta de unas oficinas que no solo tenía las personitas, también tenía las mesas y las sillas, los ordenadores encima de las mesas y hasta el ratón y los teclados ¡que tenían marcadas las teclas!

No sería lo que querían pero el dibujo hasta lo he colgado en mi habitación. Es una de esas cosas que haces y no es que creas que son buenas, pero como las han tratado mal y la gente no las quiere, al final les coges cariño y te gustan más.

Yudl - Ay - WEEE - HOoooo

Esta semana, mis profes han decidido llevarnos a... ¡Innsbruck! Ya se que es una tontería, pero me hace ilusión, porque a pesar de estar solo a un par de horas en autobus, es mi primera escapada fuera de Alemania.

Fuimos con el curso de IBT, o como me gusta llamarlo Club Exclusivo de Estudiantes Internacionales de Arquitectura, porque el 100% de los que fuimos a la excursión (y creo que los que vamos a clase también) somos extranjeros. No se que pensar sobre esa asignatura... yo creo que viene a ser el equivalente a Taller de Cantería, había una tailandesa-japonesa, un noruego, varios ecuatorianos que no sabemos de donde salieron, varios franceses, brasileños, chinas... ¡pero ni un solo alemán!

Debo admitir, que no se si fué la ciudad o si he pasado demasiado tiempo con mis compañeras asiáticas... pero Innsbruck sacó mi vena más japonesa y ahora soy consciente de que soy capaz de hacer 300 fotografías en un dia. Sí, no se que va a ser de mi y de mi cámara cuando vaya a una CIUDAD de verdad, com París o Praga :P.

Además, yo que ya había empezado a hacer fotos de personas... nada, he vuelto a caer en las redes arquitectónicas y solo he fotografiado edificios, bueno, edificios, carteles, detalles constructivos, callecitas llenas de fachadas en tonos pastel, arbolitos de colores con las montañas nevadas al fondo... lo típico, como mucho alguna personilla que se te cuela en la foto y dices: ¡mierda! ya me ha estropeado la foto, aunque luego piensas: bueno, al menos sirve para dar escala humana...



¡Aaaayyyy que bonitos son los Alpes y que mono es el Tirol! Estuvimos yendo de pueblito en pueblito viendo casas modernas, en las que los niños eran de lo más felices en sus enormes habitaciones desde las que podían veían las montañas nevadas mientras jugaban y escuchaban a Mozart (obviamente, porque estabamos en Austria y aquí los niños les deben salir de lo más cultos).

Otra de las conclusiones a las que llegamos fué que Austria no debe tener problemas con la tasa de natalidad, porque todas las casas que visitamos estaban ¡llenas de niños! De hecho, en una de ellas, perdimos la cuenta, no hacían mas que aparecer pequeñas cabezas rubias de la nada... y una planta entera estaba dedicada exclusivamente a dormitorios infantiles (con varías camas cada uno)... El resto de la gente no me apoyaba, pero yo sigo creyendo que debía ser una guardería... una persona no puede parir tantas veces...

Paisaje tirolés (con pueblito con iglesia y su mal tiempo incluidos)

Y un montón de protoarquitectos admirándlo desde una casa prefabricada en obras.

A parte de eso, visitamos todas las cosillas que tiene Innsbruck: el centro comercial de Perrault (lo siento Eva, pero es como el Fünf Höfe, pero más cutre), una fachada a medio construir de Chipperfield (porque somos así de freaks), la universidad (que no tengo ni idea de quien es), el trampolín de saltos de Zaha (que no está mal) y un par de estaciones de metro que también ha construido ella y que parecen babillas que se han posado en las estaciones originales y luego han chorreado por los lados.

En fin, ha habido para todos los gustos... aunque durante el camino el 90 % de nosotros hemos ido rajando sobre Zaha... jaja, da igual de donde seas, parece que todos los arquitectos del mundo (desde Japón hasta Brasil por lo menos) la odian... pobre mujer, ¿por qué hará cosas tan feas?


Babilla de Zaha (la mayor de las dos, notese como gotea por los lados)



domingo, 1 de noviembre de 2009

Domingueros

Como buena erasmus que soy, he decidido hacer la entrega del martes durante la noche del domingo para así poder irme de juerga por los campos de Baviera (sí, se que he empezado muy mal las clases, pero es que volver cuesta... y que conste que estoy actualizando el blog ahora mismo por la misma razón).

Barajamos distintas posibilidades para el día del domingo, desde ir a patinar sobre hielo a Olympia hasta (creo, aunque a lo mejor me lo he inventado) hacer una excursión a Garmisch. A mi realmente me daba lo mismo, solo quería una excusa no ponerme a hacer los dibujos que tengo que presentar el martes. Al final, decidimos ir de visita a Chiemsee, el mar de Baviera, nada más y nada menos.



Como buenos domingueros aprovechando los últimos buenos días del otoño, madrugamos y quedamos a las 9 menos cuarto en Hauptbahnhof para coger un tren que nos llevase al lago (o al mar), en el cual finalmente comprobamos como era el puro acento bávarrrro (conclusión a la que llegamos porque no nos enterábamos de nada de lo que decían por megafonía y porque era mucho más facil de pronunciar); aunque desde que bajamos de él, no nos hemos podido quitar de encima el olor a boñiga de vaca.

Despues cogimos un barco para ir a la isla, donde, como en todo paraje bávaro que se precie, había un palacio de nuestro querido amigo Ludwig; en este caso el palacio-homenaje a Versalles, pero mucho más cutre. No voy a colgar fotos del palacio, para qué..., buscar en wikipedia Versalles, que es mejor. Además, como en todos sus palacios, lo más bonito siempre es el paisaje...


Domingueros haciendo fotos (al paisaje, por supuesto)

Durante el trayecto pudimos ver de todo, era de lo más ideal: había veleros, montañas, brumas, montañas con brumas y veleros, patos con máscaras y hasta vacas verdes (porque todo el mundo sabe que las vacas en suiza son moradas y en Baviera son verdes, ¿no?). Era todo un prau del norte como dios manda, pero del norte de verdad de la buena, y el atrezzo estaba a la altura del de San Vicente de la Barquera.


Bueno, la verdad es que lo único que hemos hecho durante la mañana ha sido andar por la isla, disfrutar del aire fresco del campo (porque despues de media hora ya nos habíamos acostumbrado al olor a caca), tomar los últimos rayos de sol del otoño e intentar pronunciar palabras o sonidos en la lengua materna de cada uno de nosotros (los escandinavos tienen unas vocales sacadas del infierno...grrr y a dios pongo por testigo que algún día podré pronuncirlas, pero ellos no pueden decir zanahorias, jeje).

Os dejo por aquí foticos de algunos amigos, que son más interesantes que el pseudo-Versalles. Me falta Cedric (el suizo al que intentaremos convencer de que las vacas en su pais son de color morado), pero solo tengo una foto suya... y Marie y él no salen muy bien :S.

Marie, Matteo y Jose
¿Quién necesita una playa cuando se puede tener una buena escalera de piedra?


David, Marie y Jose manteniendo una interesantísima conversación sobre como las vacas bávaras consiguen camuflarse entre la vegetación.

David y Fredrik
Tomando el sol, como buenos chicos del norte.


PD: ya os dije que la entrada siguiente iba a ser mucho más feliz... esta entrada se podría llamar Relax, Relax, Relax, jeje.

PD2: ahora de verdad de la buena, me pongo a dibujar... bueno, voy a hacerme la cena antes.